El mágico espacio del que escribe y el por qué lo hace, para vender o para deleitarse con lo que hace, al final de cuentas se escribe para ser leído y eso definitivamente es el mejor aplauso que podemos recibir, claro que nadie escapa a la tentación de ser ovacionado y multi-vendido o premiado, vamos entonces con algunas de esas reflexiones para ustedes el día de hoy